Nuestra manera de trabajar ha cambiado radicalmente. Las reuniones virtuales y el trabajo en remoto se han convertido en la norma. ¿Cómo se mantiene el equilibro laboral y personal cuando no existe separación entre el hogar y la oficina? ¿Cómo se mantiene la concentración ante la preocupación por la salud y la seguridad? En El nuevo mundo del trabajo, las personas comparten historias sobre cómo se afronta y alcanza el éxito en la vida profesional gracias a herramientas como WeWork All Access y WeWork On Demand en la nueva normalidad.
Los empleados de Anne du Boucheron Inc., una consultora para artistas y fotógrafos afincada en la ciudad de Nueva York, empezaron a trabajar desde casa en marzo de 2020, como todo el mundo. Como pequeña empresa, pudieron hacer la transición a la nueva realidad con relativa rapidez. No obstante, en septiembre, cuando Anne du Boucheron, fundadora y directora ejecutiva, contrató a un nuevo empleado, empezó a buscar opciones para volver a reunir a su equipo en el mismo espacio, aunque solo fuera por unos días.
«No pensé que incorporar a alguien sin pasar un tiempo juntos funcionaría», dice. «Incluso si están en Zoom con tu equipo, no lo haces durante ocho horas. Mientras que si estás en el mismo espacio, te oyen todo el día y pueden hacer preguntas. La sensación es mucho más orgánica».
La consultora de Du Boucheron desempeña diferentes funciones dependiendo del cliente. Se trata de una agencia tradicional en el sentido de que ayuda a artistas a encontrar trabajo y a negociar contratos, así como a proporcionar iniciativas más estratégicas, como aportar ideas sobre la dirección creativa de la carrera de un artista.
«Gran parte de lo que hacemos gira en torno al tono, la manera en que hablamos a clientes y artistas, y en cómo pensamos las ideas con ellos, por lo que una de las mejores maneras de aprender es viendo cómo otra persona lo hace. Así es como aprendí mucho de lo que sé», nos dice. «No se trata tanto de la formación en sí, sino de poder mirar por un agujerito y escuchar lo que dicen los demás».
De esta manera, era importante para du Boucheron averiguar cómo disponer de tiempo de calidad con su equipo, lo que incluía a la persona a la que acababa de contratar, sin tener que alquilar espacio de oficina a tiempo completo. Había oído hablar de gente que alquilaba salas de reuniones por días y pensó que eso podría ser una solución, por lo que hizo una búsqueda en Google para ver qué podía encontrar.
Cuando vio WeWork On Demand entre las opciones, du Boucheron se sorprendió. Había oído hablar de la marca antes, pero no era consciente de que había una nueva aplicación que te permite reservar espacios en numerosas ubicaciones de WeWork siempre que quieras sin necesidad de un contrato más largo. La aplicación WeWork On Demand te permite reservar espacio de trabajo diariamente en 190 ubicaciones de WeWork en 11 ciudades de Estados Unidos, sin compromiso mensual.
«Me gusta mucho el hecho de que [On Demand] no me ate. No resulta abrumador desde una perspectiva económica. No tienes esa sensación de que, como estás pagando por algo, tienes que acudir a la oficina. Puedes ajustarlo sobre la marcha».
Al principio, el equipo tenía previsto reunirse dos veces por semana, lunes y martes, que eran los días en que el hijo de Boucheron iba a clases presenciales al colegio, durante tan solo unas semanas. El plan era ayudar al nuevo miembro del equipo a comprender la cultura de la empresa, las prácticas recomendadas y las directrices. Pero a du Boucheron y a sus compañeros les acabó gustando la experiencia de poder volver a trabajar juntos. Siguieron reuniéndose todas las semanas, mucho después de que el proceso de incorporación hubiera finalizado.
«Es fantástico volver a estar rodeada de gente y tener al equipo reunido», dice. «A veces incluso se reúnen sin mi porque quieren trabajar más días en persona, así que solo tienen que abrir la aplicación y reservar en un WeWork en algún lugar que les vaya bien».
Con On Demand, el equipo de du Boucheron ha trabajado desde diferentes ubicaciones en los últimos dos meses. Empezaron en WeWork 199 Water St en Lower Manhattan, porque está a tan solo tres manzanas del colegio del hijo de du Boucheron. También trabajaron en WeWork 134 N 4th St en Williamsburg, cerca de la casa de algunos de ellos, y en WeWork 980 6th Avenue, cerca del Empire State Building y del edificio de oficinas de la pareja de uno de los empleados.
«Creo que si [el espacio] estuviera abarrotado, no me sentiría tan cómoda. Pero [WeWork hace] un buen trabajo a la hora de controlar el número de personas que puede estar en un espacio. La gente utiliza las mascarillas y mantiene la distancia social. En ese sentido todos son muy respetuosos», dice.
La flexibilidad es otro aspecto que a du Boucheron le resulta útil de On Demand. «Si tenemos una sesión de fotos en el Lado Oeste por la que queremos pasarnos y además estar en la oficina, solo tenemos que seleccionar una ubicación que esté cerca del estudio. Así que es súper práctico».
También ha descubierto que poder tener unos días a la semana de trabajo en persona ha ayudado al enfoque general de la empresa. «Es casi como esta cosa mágica no verbal que ocurre cuando un equipo se reúne. Así que creo que es muy útil», nos dice.
Aunque du Boucheron y sus empleados suelen trabajar en los espacios comunes de los WeWork a los que acuden, a veces aprovechan las cabinas telefónicas para hacer llamadas privadas o las salas de reuniones para reuniones estratégicas más largas. En el futuro, cuando se celebren reuniones con mayor regularidad con los clientes, tienen previsto reservar salas de reuniones para aprovechar la privacidad que ofrecen.
Du Boucheron dijo que las cocinas eran también un beneficio inesperado. «Comemos en la cocina y utilizamos la nevera y la cafetera, lo cual es bastante agradable. Se trata de un buen espacio al que puedes ir cuando quieres descansar un rato de la pantalla».
Si bien el trabajo en remoto puede que sea la norma en un futuro próximo, du Boucheron parece haber encontrado una solución para reunir a su equipo cuando lo necesitan o quieren hacerlo. «Encuentro que las videoconferencias ya son un paso adelante con respecto a el teléfono. Pero cuando estás con otros de manera presencial ocurre algo que es difícil de sustituir», dice.
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Charlee Dyroff es una escritora y profesora de Boulder, Colorado.