Muchos aspectos del trabajo pueden parecer desagradables, como reuniones innecesarias, jefes poco razonables o un colega imposible. Pero hay otros aspectos que pueden resultar satisfactorios para los empleados, como la sensación de formar parte de una misión mayor o la posibilidad de trabajar con amigos.
El reto al que se enfrentan las empresas que intentan que sus mejores empleados estén felices e ilusionados es encontrar la manera de limitar los aspectos desagradables y fomentar los más satisfactorios. Existen estudios que demuestran lo difícil y lento que es para las empresas encontrar talento, por lo que averiguar qué buscan los candidatos en un trabajo es ahora el primer paso para retener a los mejores empleados.
Tener vida personal ayuda en el trabajo
Consultar la bandeja de entrada en el teléfono antes de acostarse, hacer pequeñas tareas como responder a correos electrónicos o rellenar formularios de gastos en un día libre, y coger llamadas durante un trayecto es demasiado fácil. La cultura del trabajo más allá del horario laboral hace que se espere este comportamiento de los empleados para adelantar trabajo y que no se les juzgue como perezosos o insuficientemente comprometidos. La idea es perjudicial y contraproducente tanto para empleados como para jefes, y, comprensiblemente, ha provocado una reacción y una fuerte llamada a la moderación.
Por supuesto, los empleados quieren recibir una buena compensación por el trabajo que hacen. Pero ahora que el trabajo ocupa cada vez más espacio en nuestras vidas, el dinero ya no es el aspecto que más valora la gente de un trabajo. Una encuesta reciente de WeWork y la Iniciativa del Futuro del Trabajo del Instituto Aspen muestra que la característica que más valoran los empleados en el lugar de trabajo es el equilibrio laboral y personal. El 40 por ciento de los 30.000 trabajadores mundiales encuestados para el estudio The Future of Work and Cities dijo que el equilibrio laboral y personal era lo más valoraban de un trabajo, superando a los que citaron el salario (el 33 por ciento) y los beneficios (el 28 por ciento). Estos aspectos se citaron con mayor frecuencia que la oportunidad de ascenso, la perspectiva empresarial y la calidad del liderazgo.
Aunque el equilibrio laboral y personal puede parecer una frase de moda mal definida, se resume mejor en tener el tiempo y el espacio emocional para separar el trabajo de la vida personal y poder, en la medida de lo posible, tener un equilibrio satisfactorio entre el tiempo que se trabaja y el tiempo que no. Para algunos, eso puede significar llegar a casa a tiempo para cenar con la familia; para otros, es ver una película sin ser interrumpido por un jefe que pregunta sobre el próximo plazo.
Arianna Huffington creía que la cuestión del equilibrio laboral y personal se había pasado tan por alto en nuestra cultura que puso en marcha una empresa dedicada a promocionar sus beneficios. Thrive Global, una empresa con sede en WeWork, se centra en poner fin a la epidemia del exceso de trabajo. La ejecutiva de los medios de comunicación fundó la empresa en 2007, después de que se desplomara por la falta de sueño y el agotamiento debido al exceso de trabajo. Ahora aboga por mantener límites claros entre el trabajo y la vida, y practica lo que predica: ignora deliberadamente su teléfono a primera hora de la mañana a favor de la meditación y el ejercicio, y trabaja en casa antes de dirigirse a la oficina para asistir a reuniones.
«Soy una firme creyente en las ventajas de la priorización y la estructuración de la jornada para poder hacer todo aquello que no puede esperar, zanjarlo y aceptar lo que ha quedado sin terminar y que irremediablemente tendrá que esperar», explica.
No se ha encontrado ningún campo.Tiempo libre
A medida que las empresas se percatan de los peligros del agotamiento, implementan políticas para ayudar a sus empleados a evitarlo. Una buena manera de empezar es ofreciendo días libres remunerados para que la gente pueda irse vacaciones. Es necesario dejar claro que los empleados no tienen que responder a los correos electrónicos fuera del horario de trabajo, y, si eres jefe, da ejemplo.
Otra forma en que las empresas pueden proteger el bienestar de sus empleados es ayudando a reducir lo que a menudo es la parte más temida del día: los desplazamientos en horas punta. Es una gran pérdida de tiempo y la razón por la que tantos empleados se mudan cerca del trabajo.
Cambiar la política de la empresa para permitir que los empleados trabajen a distancia reduce el tiempo de desplazamiento de aquellos que lo necesitan. Esto permite a los empleados que no están obligados a estar en la oficina a estructurar su horario de manera que tenga sentido para ellos. Los trasnochadores pueden empezar a trabajar más tarde por la mañana, los padres pueden recoger a los niños a la salida del colegio y ambos pueden evitar los atascos en horas punta. Un beneficio añadido a esto es el hecho de que ofrecer esa flexibilidad indica que la dirección confía en los trabajadores y valora sus contribuciones, ya sea en persona o por videoconferencia.
Otra forma de fomentar el equilibrio laboral y personal y de reducir el tiempo de desplazamiento es establecer espacio de oficina en lugares prácticos. Microsoft lo hizo cuando le dio a todos sus equipos de ventas de Nueva York acceso a todas las ubicaciones de WeWork en la ciudad. Los empleados podían trabajar desde la ubicación más cercana a sus casas, lo que les devolvía el tiempo que de otra manera hubieran pasado en desplazamientos.
Sensación de pertenencia
Los empleados no solo quieren que se distinga claramente el tiempo de trabajo del que no lo es. Durante las horas de trabajo (las que sean y donde sean), los empleados quieren colaborar con otras personas y formar parte de algo más grande que ellos mismos. El trabajo, al fin y al cabo, es donde la mayoría de nosotros pasamos la mayor parte de nuestras vidas.
En la encuesta sobre el futuro de las ciudades y el trabajo, el 28 por ciento de los encuestados dijo que valoraba la «sensación de comunidad», y los «beneficios» empataron en tercer lugar en la lista de deseos de los empleados. Esta preferencia es ligeramente más pronunciada en el caso de los trabajadores de más edad: el 30 por ciento de los trabajadores mayores de 45 años identificó la comunidad como una característica importante, frente al 26 por ciento de los trabajadores menores de 45 años.
Sentirse parte de un grupo más grande o misión puede dar sentido a los correos electrónicos enviados, al papeleo archivado y a todas las demás tareas administrativas que forman parte de una jornada laboral. Formar parte de un equipo saludable y solidario aumenta las probabilidades de que un empleado se quede y prospere en un trabajo. Particularmente entre las personas con distintas ideas, la colaboración ayuda a un equipo en su conjunto a identificar los puntos débiles que de forma individual no se habrían visto.
Según una encuesta de WeWork e Ipsos, empresa de investigación de mercados, aproximadamente el 70 por ciento de los empleados que están satisfechos con su trabajo dice que colaboran con otros colegas al menos una vez a la semana. Entre los empleados insatisfechos, menos del 50 por ciento dice tener este nivel de colaboración. Además de retener a los empleados, hay otras formas en las que la colaboración puede afectar al resultado final. Según una investigación del MIT, las empresas que se clasificaron en el cuartil superior en cuanto a experiencia de los empleados (aquellas que facilitaron la colaboración de los empleados y la ejecución de ideas) obtuvieron beneficios un 25 por ciento más altos que las que se clasificaron en el cuartil inferior.
Creando comunidad en la oficina
Con la priorización de la colaboración y la conexión de los empleados, el espacio físico de trabajo ha evolucionado para satisfacer sus deseos (piensa en el auge del coworking).
«El sentimiento de pertenencia contribuye enormemente a trabajar mejor», explica Molly O’Rourke, líder de investigación y diseño de IBM. Cuando la Oficina de CIO de IBM buscaba un nuevo espacio de trabajo, quería uno que pudiera acomodar a su diverso grupo de empleados y crear una sensación de comunidad. La Oficina de CIO de IBM creó una iniciativa llamada Our Space para que los usuarios de la planta pudieran dar su opinión sobre cómo querían usar el espacio.
El feeling de una oficina lo crean las personas que la ocupan, pero los detalles arquitectónicos también pueden ayudar. Las escaleras interiores y los pasillos facilitan que se produzcan encuentros espontáneos durante la jornada laboral. Las grandes cocinas abiertas y las áreas comunitarias alientan a los empleados a reunirse de manera formal e informal. Las salas innovadoras que incluyen no solo una pizarra, sino también obras de arte, plantas y una variedad de asientos, inyectan un elemento lúdico en un espacio de reunión y pueden ayudar a generar ideas.
«Cuando examino los espacios de trabajo más impactantes y significativos, llego a la conclusión de que existe un estrecho vínculo entre herramientas, cultura y espacios», afirma Deano Roberts, vicepresidente de espacios de trabajo globales y activos inmobiliarios de Slack.
Averiguar qué es lo que mantiene a los empleados entusiasmados, felices y satisfechos es una de las cosas más difíciles, si no la más difícil, de resolver para las empresas. El 38 por ciento de los responsables de la toma de decisiones empresariales encuestados en el estudio The Future of Cities and Work (El futuro de las ciudades y el trabajo) dice que les cuesta atraer y retener el talento. Es difícil pero esencial para el éxito de un negocio. Cuando los empleados se sienten comprometidos y están felices y cómodos, se refleja en su trabajo; son más productivos y tienen más probabilidades de innovar. Según McKinsey, los trabajadores de alto rendimiento son aproximadamente un 800 por ciento más productivos que los trabajadores promedio en trabajos de alta complejidad.
«Creo que el futuro del trabajo está en volver a lo que nos hace humanos y recordar que las personas no son solo recursos. Tienen vidas y el trabajo es una parte de esa vida», explica O’Rourke, de IBM.
Anjie Zheng is the editor of Ideas by WeWork. Previously, she was a reporter for the Wall Street Journal. Her work has also appeared in Fast Company, Quartz, and LitHub.