A medida que comenzamos a alcanzar una mayor sensación de normalidad, gracias al descenso de casos positivos de COVID-19 y del aumento de las vacunaciones, está claro que la vuelta al lugar de trabajo supondrá una evolución. El trabajo en remoto continuará a una escala mucho mayor que antes de la pandemia y los líderes tendrán que innovar para adaptarse a ello.
En el reciente WeWork Innovation Summit, Anjie Zheng, directora editorial de contenido global de WeWork, lideró una conversación con cuatro expertos del sector sobre cómo promover la conexión y la colaboración de manera significativa cuando los trabajadores se reúnen virtualmente. Se mencionan a continuación tres tendencias que surgieron de la sesión. Echa un vistazo a la conversación aquí.
Haz que nuestros momentos juntos cuenten
Los cierres de oficina por la pandemia hicieron que los trabajadores se acostumbraran a los beneficios que trae consigo el trabajo en remoto, como pasar más tiempo con la familia y ahorrar en tiempo de desplazamiento. Como consecuencia, la idea de la vuelta al modelo antiguo de cinco días a la semana en una oficina es ahora menos realista. Pero para muchos, el trabajo en remoto a tiempo completo tampoco es una opción probable. La mayoría de los profesionales echan de menos algo de interacción en la oficina, y esta es la razón por la que las empresas se están planteando un modelo híbrido de trabajo en el futuro.
Ante una situación en la que los trabajadores dividen su tiempo entre el trabajo presencial y virtual, los ponentes estaban todos de acuerdo con que resulta crucial hacer una mayor planificación para que el tiempo que se pasa en la oficina sea significativo y merezca la pena haber hecho el desplazamiento. «Estamos viendo a la gente crear estos modelos de tres-dos [días en la oficina frente a los días de trabajo en remoto], o dos-tres o tres-uno-uno, y se entiende que los días que se está en la oficina tienen que ser intencionales», comentó LJ Louis, vicepresidente de adquisición de talento global, inclusión y diversidad en WeWork.
En cuanto a aquellas personas que trabajan principalmente en remoto y acuden a la oficina solo de vez en cuando, añadió que «lo último que quieres es que su experiencia en la oficina se reduzca a pasar el día sentados haciendo videollamadas que podrían haber hecho desde casa». Louis sugiere programar reuniones presenciales los días que los empleados acudan a la oficina y reservar salas de reuniones.
Los participantes en el panel acordaron que para que los equipos en diferentes lugares prosperen, el proceso de incorporación de los empleados también tiene que cambiar para dar cabida a los trabajadores nuevos que no van a conocer físicamente a sus compañeros de trabajo y superiores.
«Especialmente ahora, quieres asegurarte de que el proceso de incorporación esté bien definido y estructurado», comentó Boaz Inbal, director general de centros de innovación en Wix.com. Comentó que es importante contar con un proceso organizado, que incluya orientación, para que los empleados nuevos «que no tienen oficina» puedan acceder a la ayuda y al asesoramiento que necesitan a medida que desarrollan relaciones virtualmente.
Optimiza la conexión de diferentes maneras
La conexión se ve diferente cuando se trabaja desde casa, pero una cosa ayuda a acortar esa brecha por encima de todas las demás. Ver las caras de tus compañeros mediante la conexión de vídeo es crucial para lograr tener un equipo unido.
«Siempre que celebramos una reunión, queremos que se utilice el vídeo», dijo Alex Campos, fundador y director ejecutivo de Vensure. Explicó que «hace mucha diferencia» y fomenta el compromiso. Es más, Campos señaló que las reuniones virtuales son con frecuencia más eficaces. «Con una llamada de cinco minutos , prescindiremos de los correos de 30 minutos».
Cuando pensamos en cómo estamos conectando los unos con los otros en diferentes ubicaciones, la inclusión es básica. En un artículo de Ideas de WeWork, Louis subrayó varias maneras de lograr que las oficinas con equipos distribuidos en distintos puntos fueran más inclusivas, lo cual incluye asegurar que las presentaciones en la oficina y online se hagan en ordenadores portátiles en lugar de utilizar una pantalla grande.
«Aquellos con dificultades de audición pueden leer los labios con mayor facilidad, ver expresiones faciales, acceder a las pistas no verbales de otros y, por tanto, participar más», nos dice.
Otro gran cambio será que haya más líneas abiertas de comunicación. «Las barreras han desaparecido», dijo Louis, animando a las personas a dirigirse a sus superiores, que, antes de la pandemia, tal vez no eran muy accesibles. Campos se hizo eco de ese sentimiento, sugiriendo a las personas que «aprovechasen esa nueva accesibilidad».
También es un magnífico momento para conectar con personas de diferentes equipos, independientemente de si has trabajado o no con ellos en el pasado. Inbal sugiere forjar nuevas relaciones e iniciar las conversaciones ofreciendo tu ayuda. «Pregunta a la otra persona qué puedes hacer por ella», dijo. «Si te diriges a una persona y le ofreces algo… luego serán ellos quienes se dirijan a ti y podréis hacer algo juntos».
Promueve el compromiso emocional de manera intencionada
Cuando los equipos están presentes en la oficina, resulta fácil que los compañeros de trabajo establezcan lazos de manera natural. Estos vínculos ayudan a los trabajadores a tener una sensación de pertenencia, lo cual es crucial para el éxito del equipo. Cuando los equipos estás distribuidos en diferentes lugares, es menos probable que se produzca un compromiso espontáneo; es labor de los líderes proporcionar un terreno fértil y cultivarlo. Los ponentes tenían varias ideas al respecto.
Travis Carson, fundador de Market Force Global, explicó que desarrollar la confianza y el compromiso emocional significa no endulzar la verdad. «Durante esta [pandemia], si tratas de ser demasiado positivo, puede parecer que no tienes nada de empatía», dijo. Animó a ser realistas y resolutivos con los empleados, reconociendo los desafíos que presentan estos tiempos y reafirmando el compromiso de cumplir con los clientes contando con ellos, sean cuales sean los desafíos externos.
Carson también compartió tácticas para ayudar a mantener el buen estado de ánimo y conexiones personales seguras dentro de los equipos. Su empresa creó un chat de grupo al que denominaron «diversión» en el que estaba estrictamente prohibido hablar sobre trabajo. Es un lugar donde conectar con los compañeros de trabajo hablando de la vida en general.
Louis señaló que los equipos distribuidos en diferentes lugares tienen menos oportunidad de reconocer las contribuciones de los miembros y explicó cómo el canal de Slack de gratitud de WeWork hace justamente eso. Los compañeros cuentan ahora con una manera sencilla de reconocer cuándo un compañero hace algo que aprecian y compartir dicho agradecimiento con 5000 personas.
En un artículo de Ideas de WeWork, Balder Tol, director general de WeWork Australia, compartió cómo utilizan un enfoque similar. Su equipo celebra «círculos de gratitud», junto con círculos de escucha y happy hours virtuales, para promover la conexión. Para ofrecer tiempo sin limitaciones y espacio para realizar aportaciones, Tol sugiere seguir un «horario de oficina a través de Zoom sin una agenda establecida, tan solo un foro abierto para hacer preguntas o charlar mientras tomáis un café».
Las herramientas y estrategias concretas que Tol y el resto de los ponentes destacaron son útiles para la conexión y la colaboración en equipos distribuidos en distintos lugares. Pero más importante que las tácticas utilizadas son sus actitudes. Durante la discusión surgieron temas como la creatividad, la adaptabilidad y la positividad. Incluso después de un año duro, estos líderes pudieron centrarse en los aspectos positivos de la pandemia y las victorias para sus empresas. Esto es importante, porque los líderes marcaron la pauta para sus equipos, incluso estando al mando de forma virtual.
Echa un vistazo a la conversación aquí.
Colette Coleman es escritora y estratega de educación y tecnología. En los últimos años ha estado trabajando en una startup con un equipo distribuido globalmente.