Las comunidades son más fuertes cuando están (físicamente) juntas

Después de varias semanas de trabajar desde casa, los miembros de WeWork de Perth, Australia, están agradecidos de volver a la oficina

Los residentes en Perth, Australia, están volviendo a trabajar en circunstancias seguras tras seis semanas de restricciones. Si bien el período de aislamiento durante la pandemia fue más breve que en otras partes del mundo, muchos sintieron el efecto de trabajar desde casa. Una de los beneficios de esta forma de trabajo era salir de la cama y asistir a una reunión en la habitación de al lado, pero, para muchos, la novedad no duró demasiado. 

"Antes de la COVID-19, trabajar desde casa era una opción. A medida que la pandemia se expandía, y con ella las restricciones, trabajar desde casa se volvió la norma, y los síntomas del encierro comenzaron a surgir", afirma Fiona Nguyen, miembro de WeWork William Square, en Perth, Australia Occidental. "Extrañaba mi espacio de oficina, la delimitación entre la vida laboral y la vida doméstica, y extrañaba a la gente principalmente".

Los residentes en Australia occidental tienen la suerte de haber vuelta a la vida casi tal como era antes de la COVID-19. Aproximadamente el 80 % de los miembros de WeWork del estado volvieron al trabajo, con el respaldo de las medidas de seguridad implementadas en los edificios. 

Desde su regreso al trabajo, Nguyen se trasladó a una oficina más grande para tener espacio suficiente y poder recibir a clientes y llevar a sus dos bulldogs ingleses, Murphy y Franklin. En 2017, comenzó su firma de propiedad intelectual Girl Friday IP, que lleva adelante como emprendedora. Nguyen es una de muchos miembros que adaptaron sus oficinas y composición de personal para respetar el distanciamiento social. Se mudó a una oficina para seis personas, quitó cuatro escritorios y agregó una sala de estar para realizar reuniones sin perder de vista la cuestión espacial. 

"Es como si hubiera creado un WeWork dentro de otro WeWork. Me inspiraron las medidas de distanciamiento que [WeWork] implementó y está intentando aplicar, y quise replicar lo mismo en mi propia cultura de trabajo y oficina", explica.

Un estudio reciente de WeWork y la empresa de investigación brightspot strategy demostró que trabajar desde casa puede tener efectos negativos en la capacidad de las personas para mantener vínculos sociales y tener interacciones imprevistas. Esto no solo afecta la salud mental de las personas, sino que también puede tener una consecuencia negativa en los negocios. Los propietarios de pequeñas empresas dependen en gran medida de las interacciones sociales para impulsar sus compañías. Desde que las restricciones en Perth se flexibilizaron, se desarrollaron numerosas colaboraciones pagas y no pagas entre propietarios de pequeñas empresas en WeWork William Square. 

"Cuando necesitamos hacer algo y debemos tercerizar el trabajo, primero buscamos dentro de la comunidad", cuenta Nguyen. "Actualmente estoy trabajando con varios miembros diferentes. Esta metodología jamás se sintió forzada: ocurrió de manera orgánica. Compartimos contactos y también compartimos conocimientos. Sinceramente, no creo que pueda instalar mi oficina en otra parte después de conocer este lugar".

Dean Mitchell, gerente estatal del mayorista de bebidas alcohólicas, Southtrade International, trasladó a su equipo a WeWork al comienzo de la pandemia y dejó atrás un espacio de oficina más tradicional. Mitchell cuenta con un equipo de cuatro personas que administran las ventas estatales. Como dos de sus empleados viajan permanentemente para encargarse de los vínculos con las tiendas minoristas del estado, Mitchell decidió mantener a la mitad de su equipo trabajando en el área común de la ubicación de WeWork, para evitar multitudes en la oficina. 

"Creo que la mudanza al edificio de WeWork es una de las fortalezas de Southtrade. Es un entorno positivo, seguro y moderno", explica Mitchell. "Los Community Managers hacen un excelente trabajo a la hora de mantener el lugar limpio. Siempre todo está impecable aquí, y la experiencia es uniforme. Además, el equipo hace que todos cumplan las pautas, lo que nos hace sentir mucho más seguros cuando hay muchas personas en el edificio", explica. 

Ian McLachlan (izquierda), Fiona Nguyen (centro) y Dean Mitchell son parte de la comunidad de miembros de WeWork William Square en Perth, Australia. Fotografía cortesía de Sergio Garcia.

En el caso de Ian McLachlan, la COVID-19 puso fin a sus viajes frecuentes por el país. Ian trabaja en WeWork William Square, ya que su familia está en Perth, pero es gerente general de Peritus Technology, proveedor de tecnología para estacionamientos de autos ubicado en la costa opuesta de Australia, en Melbourne. McLachlan solía pasar la mitad del tiempo en la costa este. La pandemia puso punto final a estos viajes y, con ello, a las conexiones y las interacciones en persona que tenía con sus colegas en Melbourne. Ian se autoproclama un ser social que disfruta de estar rodeado de otras personas en el trabajo. 

"Estar en WeWork ofrece ese grado de separación entre la vida en el trabajo y en casa. Ofrece una diferencia, tener interacciones sociales básicas —los "buenos días", preguntar al otro cómo está, las conversaciones junto a la cafetera— y, principalmente, los tragos de los viernes por la tarde", afirma McLachlan. "No sé cómo habría lidiado con todo sin eso. Me hizo la vida mucho más fácil". 

McLachlan cuenta con una oficina para dos personas, por lo que no le cuesta respetar el distanciamiento social. Dicho esto, prefiere trabajar desde el área común, donde las medidas de distanciamiento social y de limpieza siguen sorprendiéndolo. 

La comunidad de William Square ha sido muy sólida desde el principio. Sin embargo, atravesar la (en algunos casos) traumática experiencia de tener que estar aislados en casa durante la crisis mundial fortaleció la unión de la comunidad y lo acercó aún más.

"Durante el período de restricciones, nos preguntábamos unos a otros si estábamos bien y nos asegurábamos de que todos estuvieran de buen ánimo", cuenta Nguyen. "Realmente nos apoyamos mutuamente aquí. Y ahora que estamos del otro lado, somos una comunidad más sólida".

El sentimiento de los equipos de la comunidad se hace eco de los resultados del estudio de WeWork y brightspot strategy: no hay nada como las interacciones humanas y los espacios bien diseñados para impulsar la innovación, las ideas y la sensación de comunidad. 

Anneli Jonsson es Community Manager en el nuevo WeWork William Square, donde lidera un equipo de tres personas que se encarga de crear una comunidad sólida con un enfoque total en la experiencia del miembro. Cuenta con experiencia en investigación sobre sustentabilidad y administración de hotelería, y ha ocupado puestos de atención al cliente la mayor parte de su trayectoria. Jonsson ha aprovechado su experiencia desde que se unió a WeWork en 2019. 

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