Tras más de seis meses de confinamientos, distanciamiento social y trabajo generalizado desde casa debido a la pandemia del COVID-19, muchas personas han empezado a adaptarse a esta nueva normalidad. Si bien 2020 ha demostrado el poder de la resiliencia humana, me preocupa que la pérdida de interacción y colaboración en persona en el trabajo esté dejando un rastro indeleble en nuestras vidas y en la sociedad.
Cuando las personas no pueden interactuar en persona, es mucho lo que se pierde. Se ahoga en gran medida la creatividad y, en última instancia, también la innovación. Regresar a un espacio de trabajo compartido es bueno no solo para aquellos que desean trabajar fuera de sus hogares, sino que también es crucial para el éxito empresarial sostenido.
Los beneficios de estar fuera de tu burbuja
Somos seres sociales y se espera que interactuemos los unos con los otros. Sin las interacciones en persona en la oficina, corremos el riesgo de permanecer en nuestras «burbujas» individuales. Resulta cómodo rodearse de personas que apoyan lo que creemos. Pero cuando estás en una oficina, estás rodeado por diferentes tipos de persona. Es inevitable que interactúes con personas que piensan de manera diferente, que quizás no compartan tus mismos valores o que no piensen de la misma manera que tú.
Compartir y escuchar diferentes puntos de vista y perspectivas puede generar las ideas más creativas e innovadoras. Es muy importante poder hacer eso, porque en ese momento es cuando se puede llegar de verdad a un compromiso. Y eso, para mí, es el momento en el que surgen los más grandes ejemplos de innovación, cuando obtienes una perspectiva que de otra manera no podrías si permanecieras en tu burbuja.
Nuestras vidas en Zoom
En el lado positivo, la tecnología ha ofrecido un rayo de esperanza durante este tiempo. ¿Te imaginas si esta pandemia hubiera ocurrido hace 30 años antes de que estuviéramos conectados? Las videoconferencias se han integrado en nuestra vida cotidiana tanto como las reuniones junto a la cafetera de otros tiempos. Ha sido un elemento de salvación para los negocios. Para muchos sectores, la transición al trabajo virtual ha sido bastante fluida y han visto que los empleados pueden ser bastante productivos cuando trabajan desde casa. Esta pandemia ha inspirado a algunas personas a alejarse de las convenciones, porque tenemos ante nosotros una oportunidad para pensar en cosas como la educación de manera diferente y, quizás, incluso democratizarla.
Aun así, la llamada de Zoom más productiva no puede recoger del todo la energía de un grupo de personas mientras colabora en la misma sala. Una gran pérdida consecuencia del trabajo en remoto es la falta de oportunidades para interacciones no planeadas. Hablamos de los encuentros junto al dispensador de agua o de las conversaciones espontáneas mientras caminas por un pasillo. Estas interacciones desencadenan la generación de ideas, fortalecen los vínculos sociales y estimulan la creatividad, todo lo cual conduce a la innovación.
Cómo podemos volver a la oficina de manera segura
Todos tenemos que creer que la vuelta a las interacciones diarias en persona se producirán en un futuro previsible y que habrá maneras de volver con más seguridad. Estamos empezando a ver que si cumplimos las directrices médicas y actuamos tomando las precauciones necesarias, podría ser posible regresar al espacio compartido. Pero no podemos bajar la guardia. Y antes de poder plantearnos una vuelta completa, algo que no debe fallar son las pruebas y el rastreo de contactos.
Una de las únicas maneras de volver a cualquier sensación de normalidad es teniendo una vacuna. De lo contrario, mantendremos el actual statu quo, practicando el distanciamiento social y usando mascarillas. Pero este es un momento sin precedentes para la comunidad científica, y los científicos están trabajando lo más rápido posible para probar las vacunas sin comprometer la seguridad.
Esa innovación médica podría permitirnos volver a la oficina mucho más rápido; para que podamos colaborar de manera creativa, compartir perspectivas fuera de nuestras burbujas y aportar más ideas innovadoras a todos los sectores de la sociedad.
Lisa Ling es una activista y periodista de investigación que viaja por el mundo, ha informado sobre injusticias sociales, el medio ambiente, negocios y temas que afectan a la mujer en todo el mundo. Antes fue productora ejecutiva y presentadora de Our America en el canal Oprah Winfrey Network (OWN). Ling amplió su repertorio de documentales con una serie de ocho episodios en CNN titulada This Is Life With Lisa Ling.
Ling empezó en el periodismo como corresponsal de Channel One News, donde cubrió la guerra civil en Afganistán a los 21 años. Luego se convirtió en co-presentadora del programa de éxito diurno de ABC The View, que ganó su primer Emmy diurno durante el tiempo en el que ella estaba en el programa. También fue corresponsal especial para la serie Planet in Peril de CNN y es redactora colaboradora de la revista USA Weekend de USA Today.
Es coautora de Mother, Daughter, Sister, Bride: Rituals of Womanhood y Somewhere Inside: One Sister’s Captivity in North Korea and the Other’s Fight to Bring Her Home, que escribió con su hermana Laura.
