Un segundo acto sorpresa en el antiguo distrito teatral de Londres

Sobre los terrenos del teatro en el que Shakespeare estrenó sus primeras obras, un nuevo conjunto multiuso cobra protagonismo

Cada espacio de WeWork se ha diseñado intencionadamente para fomentar la inspiración y la colaboración. Diseñado para inspirar analiza los elementos arquitectónicos y artísticos de estos espectaculares edificios.

El teatro moderno nació en una franja de tierra llamada Curtain Close, en el barrio londinense de Shoreditch. A partir de finales del siglo XVI, el Curtain Theatre de Londres, un espacio rectangular de madera con patios de grava y un túnel subterráneo, estrenó algunas de las mejoras obras teatrales en lengua inglesa. La obra de Shakespeare Enrique V cobró vida por primera vez aquí, así como las palabras eternas de Romeo y Julieta. En la actualidad, el lugar que fue uno de los centros de la cultura isabelina está experimentado un proceso de renacimiento radical. 

Esa rica historia cultural estaba perdida hasta 2012, año en el que un equipo de arqueólogos que excavaba en los límites del barrio de Shoreditch encontró enterradas las ruinas del Curtain Theatre. En la actualidad, los restos conservados forman parte de un museo y de una atracción turística en The Stage: un destino en Shoreditch que ocupa más de 4000 metros cuadros de espacio público y que honra el pasado al mismo tiempo que mira hacia el futuro.

Este proyecto de uso mixto incluirá espacios de oficina, comercios, apartamentos y áreas de encuentro. En el corazón de esta nueva ubicación se encuentra The Hewett, así como su torre vecina, The Bard. The Hewett es un reluciente edificio de ocho plantas, en el que WeWork cuenta con más de 7150 metros cuadrados de espacio de oficina flexible. El espacio cuenta con iluminación natural y dispone de una amplia terraza, así como una gran cantidad de obras de arte contemporáneas creadas específicamente para él. The Bard, que abrirá sus puertas en junio de 2022, es un edificio de 12 plantas. En las primeras seis, WeWork cuenta con casi 7000 metros cuadrados. Los dos edificios forman el conjunto conocido como The Stage.

Cómo preparar una entrada espectacular

Al igual que los actores del Curtain sabían cómo captar la atención de su audiencia desde el momento en que salían a escena, los diseñadores del Hewett entendieron perfectamente que la historia de un edificio debía comenzar con un debut espectacular. La planta baja del Hewett es un vestíbulo compartido que es llamativo y sobrio a partes iguales: el suelo de hormigón se ha pulido hasta un punto en el que el intrincado patrón de rayos de sol de la iluminación de neones que adorna el mostrador de entrada se refleja como rayos de luz sobre el océano. 

«El espacio cuenta con muchos elementos de color gris, por lo que el equipo gráfico quería añadir un elemento de calidez. La luz del sol se encarga precisamente de eso», comenta Amaya Rutherford, la diseñadora sénior de interiores de WeWork que ha liderado el proyecto.

WeWork The Hewett en Londres. Fotografías de WeWork.

Los paneles de color perla que recubren las paredes se han elaborado con madera reciclada de graneros canadienses. Proporciona una capa de calidez y neutralidad que equilibra la agresiva paleta de los suelos de hormigón y de los brillantes tonos de neón del mostrador de entrada. Sobre este lienzo en blanco, un mural geométrico personalizado pintado en negro y blanco se alza a tres metros de altura sobre el mostrador.

«El concepto general era desarrollar un espacio elevado y la yuxtaposición de elementos es muy atractiva», comenta Rutherford.

Materiales que hablan a la historia

Aunque The Hewett es un concepto claramente moderno, los tejidos que lo decoran establecen un vínculo con el pasado.

Además de servir como el núcleo del teatro en lengua inglesa, Shoreditch sirvió de refugio seguro para los protestantes de Londres. En 1685, el rey Luis XIV expulsó a los fieles de esta confesión de Francia y la mayoría de quienes huyeron a Inglaterra se establecieron en este barrio de Londres, donde comenzaron a ganarse la vida comerciando en el sector de la mercería.

Este patrimonio puede apreciarse en los ricos tonos de cuadros escoceses, marrones y azules que forman parte de los textiles y la tapicería del Hewett. «En este proyecto, hemos contado con una variedad de diferentes telas. Sus preciosos tonos nos han ayudado a contar la historia de esta zona», comenta Rutherford.

Las oficinas reciben luz de todos los lados. Son luminosas incluso en los días lluviosos.

Amaya Rutherford, diseñadora sénior de interiores de WeWork

Asimismo, las vigas, las puertas y los marcos de ventanas, con cientos de años de antigüedad y recuperados durante la excavación de 2012, se incorporaron directamente al diseño del edificio. «El 90 % de la planta principal se elaboró con la carpintería que recuperamos. Se trata de un logro que nos llega de orgullo», declara Elena De Dominici, responsable de arquitectura en WeWork, que ha desempeñado un papel clave en este proyecto. 

Una vista desde las alturas

Como sucede en todas las ubicaciones de WeWork, las plantas contienen una selección de espacios de coworking, suites múltiples y plantas exclusivas. Asimismo, la sala de juntas ofrece la posibilidad de conectar con un espacio para eventos, que puede cerrarse o ampliarse según sea necesario. En cada planta, la abundante luz natural y los techos altos permiten mantener un elevado nivel de luminosidad.

«El edificio es estrecho, por lo que las oficinas reciben luz de todos los lados», explica Rutherford. «Son luminosas incluso en los días lluviosos».

Hay sorpresas en cada esquina: destaca una mesa de conferencias elaborada con mármol rojo español, un lounge, una recepción del Equipo de Community y un estudio de bienestar equipado con duchas. Pero, sin lugar a dudas, la joya de la corona del Hewett se encuentra en la séptima planta: una increíble terraza orientada hacia el oeste, en la que los árboles y la vegetación ofrecen una conexión con el mundo natural. Desde aquí, los visitantes pueden disfrutar del skyline de Londres durante el día. 

Y al anochecer, la escena ofrece un dramatismo digno de un edificio que se ha construido sobre un legado teatral: unos increíbles atardeceres que caen como un telón sobre la escena, lo que permite terminar la jornada de la mejor forma posible.  

Debra Kamin es escritora residente en California. Su trabajo se ha publicado en The New York Times, The Wall Street Journal, Newsweek, CNN y otros.

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